Cuándo se es jóven, impetuoso, inquieto y a cada rato tienes ganas de follar, te importa un rábano en dónde meter tu polla. Claro ejemplo es éste tío que de comer una hamburguesa pasa a comer carne de ballena.
Cuándo se es jóven, impetuoso, inquieto y a cada rato tienes ganas de follar, te importa un rábano en dónde meter tu polla. Claro ejemplo es éste tío que de comer una hamburguesa pasa a comer carne de ballena.