El sábado había salido de fiesta pero no había tenido una buena noche con sus ligues, no encontró un tío que le gustara para llevarlo a la cama, y el domingo se levantó con ganas de polla. Más caliente que una mona en celo.
El sábado había salido de fiesta pero no había tenido una buena noche con sus ligues, no encontró un tío que le gustara para llevarlo a la cama, y el domingo se levantó con ganas de polla. Más caliente que una mona en celo.