Madre mía que tales tetas!! Ver esas enormes ubres nos dejo pasmado, son como dos montañas que nos encantaría escalarlos y perdernos en esos pezones inmensos para después recorrer más abajo y tener ese coño rosado perfecto para darle muchísimas embestidas hasta sacar todo el semen en su coño, pero lo que más gusto fue que le encanta escupirse las tetas.