Se mea de placer, es que en su Seul natal jamás había visto pollas tan grandes y que le hagan gozar tanto al punto de correrse. Al salir del aeropuerto de Miami se encontró con dos cubanos que jamás olvidará.
Se mea de placer, es que en su Seul natal jamás había visto pollas tan grandes y que le hagan gozar tanto al punto de correrse. Al salir del aeropuerto de Miami se encontró con dos cubanos que jamás olvidará.